martes, 11 de septiembre de 2012

'Yo sí sanidad universal': una iniciativa por la desobediencia civil ante la ley sanitaria

Un grupo de ciudadanos y profesionales de la salud, que lleva por bandera “Yo sí, sanidad universal”, ha invitado a todos los ciudadanos a “rebelarse” contra el nuevo decreto ley (16/2012) que recorta el derecho de los sin papeles a acceder a la sanidad a la excepción de los servicios básicos de urgencia, maternidad y la atención infantil hasta los 18 años.

"Pretendemos llamar a la desobediencia civil en positivo", afirma Marta Malo, una de las impulsoras de esta plataforma. Según este colectivo, las nuevas medidas sanitarias “excluyen a muchas personas que necesitan atención médica continuada, sus medicamentos y de ciertas prestaciones para poder vivir. El Gobierno solo conseguirá fomentar las desigualdades sociales” subraya con rotundidad.

Los integrantes de “Yo sí, sanidad universal” durante la rueda de prensa han querido dejar claro que “no pertenecen a ningún partido político”, y que lo único que pretenden con esta iniciativa es concienciar a los ciudadanos a que se sumen a “sus reivindicaciones” y que así vuelva el modelo de sanidad anterior. Además, ofrecen una serie de alterativas a la nueva ley como por ejemplo: que los pacientes que continúan asegurados acompañen al inmigrante al médico y que el sanitario ponga el medicamento a nombre del primero para que el sin papeles pueda ser atendido.

"Tenemos que luchar para volver a garantizar el acceso a la sanidad a toda la población,  independientemente de su condición social", ha subrayado Marta Pérez, otra de las fundadoras de esta plataforma.

Para Malo, “el Gobierno está utilizando la sanidad para hacer política de extranjería, un juego extremadamente peligroso”. Como sanitaria apoya a todos sus colegas a que firmen la objeción de conciencia y “que no tengan miedo a atender sobre todo a los inmigrantes ilegales”.

Además, "Yo sí, sanidad universal" trabaja muy de cerca con los denominados grupos de acompañamiento. Estos se encargan de ayudar a los inmigrantes que se han quedado sin tarjeta sanitaria, darles asesoramiento legal y compañía.
Cristina Castañeda, una joven malagueña de 27 años, letrada en paro, colabora en uno de estos grupos. "Bueno pretendo echar una mano. Siendo abogada me hago eco de los últimos cambios y asesoro en lo que puedo a los inmigrantes". Uno de los sin papeles a los que ayuda Castañeda es Mohamed. "Tras idas y venidas en temas burocráticos hemos conseguido que le operen de su hernia en la espalda". "Hemos tenido suerte", afirma sentada en una mesa junto a su casco de bicicleta con la que se mueve por Madrid. "Lo suyo es lucharlo y hasta el final" dice mientras se despide.

Fuente: El País

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